El periodo de tiempo que los archivos se almacenan vendrá determinado por plazos legales y por la utilidad de los archivos para su negocio. Una vez que la documentación no cumple esas finalidades su almacenamiento genera costes innecesarios además de riesgos de confidencialidad, lo que impone su destrucción por conveniencia o por legalidad.
Nuestros empleados trasladan el contenedor siempre cerrado y sin posibilidad de manipular hasta el centro de destrucción. Al terminar el proceso se emite un Certificado de Destrucción para cada cliente asegurándose que los materiales han sido destruidos completamente, señalando la forma, el día, hora y lugar del expurgo.
Solo llámenos y acudiremos con la máxima urgencia a recoger los documentos para procesarlos y destruirlos, sin perjuicio de que, si así lo solicita, se entreguen cajas adicionales.
Nuestro sistema supera con creces el compromiso de destrucción más alto que establece la Norma DIN 32757 y el Real Decreto 994/1999, dependiendo del tamaño del residuo. Con nuestro sistema no queda ningún residuo.
